Un asesino en serie deja códigos GPS de su siguiente objetivo, y su próxima víctima trabaja en un hotel, al que llega de incógnito un detective.
El compositor firma una banda sonora sinfónica con tema principal en forma de vals que sirve para marcar un tono desenfadado y de comedia al filme, y junto al mismo aplica temas ambientales, sentimentales y de misterio, con destacados momentos enfáticos.