La historia del icono checo del siglo XIV y señor de la guerra Jan Zizka, que derrotó a los ejércitos de la Orden Teutónica y el Sacro Imperio Romano.
El compositor firma una creación en la que la música, además de recrear el entorno de brutalidad y muerte, aporta una perspectiva evocadora, dramática y lírica. La partitura es muy temática y los temas se entrelazan entre sí a medida que las historias se desarrollan: el tema principal es del protagonista, a quien da un aire de nobleza casi religioso, uno central para su amada, música apacible y serena, y un tercero para el amor entre ambos. La música de acción sigue la estela zimmeriana, algo excesivamente, pero entre estos temas se destacan aquellos que generan incomodidad y turbación, para las batallas y la inmersión de la audiencia.