Videojuego de terror psicológico en el que una médium debe resolver un oscuro misterio entre el mundo físico y el espiritual.
Reseña de Ignacio Marqués Cuadra:
Banda sonora ambiental con algunos elementos dramáticos en la que los compositores aplican una música esencialmente electrónica –con reminiscencias de la que hiciera el propio Yamaoka en la saga Silent Hill (99)– y que se emplea para fomentar una experiencia de pesadilla, que recrea las lúgubres atmósferas por las que se mueven los personajes pero resultando muy moderada en la descripción del terror. Dado que el juego transcurre tanto en el mundo físico como en el espiritual –y, en ocasiones, en las dos realidades al mismo tiempo mediante el recurso de la pantalla partida– la música que se aplica tiene que funcionar para recrear ambos entornos al mismo tiempo, sin diferenciarlos, lo que contribuye a que ambas realidades estén mucho más relacionadas. Se aplica, además, un único y sencillo tema central que resalta las cualidades sobrenaturales de la protagonista. Sin embargo, este no se llega a aprovechar lo suficiente como para poder explicar al personaje o sus conexiones con otros a lo largo del juego, dando la impresión de que la música podría haber hecho mucho más en el plano narrativo. También se utilizan varias canciones originales con fines dramáticos.