Cuando un sumergible se avería en el foso de las Marianas, un experto buceador arriesga su vida en intentar el rescate, sin saber si existe realmente el Megalodón, el predador marino más temible nunca conocido.
El compositor aplica una convencional pero simpática y eficiente creación de género para el énfasis de la aventura, del entorno y por supuesto del terror. Lo hace a partir de poderosos y contundentes temas épicos, y un motivo que reitera como referente de la bestia y de su amenaza. Este motivo, y la grandilocuencia de la música y su tono siniestro es lo más destacado, así como el aire añejo que se imprime en varios de sus momentos, si bien en el resto se sustancia en la música industrial usual.