Serie televisiva. La retorcida relación de un escritor e intérprete con su acosadora y el impacto que tiene en él, que se ve obligado a enfrentarse a un profundo y oscuro trauma enterrado.
Reseña de Javier González:
El cómico británico Richard Gadd sorprende con una intensa y compleja sesión de terapia psicológica y emocional en formato miniserie de siete capítulos. Basada en su propia experiencia real, es una historia llena de claroscuros y mucha comedia negra, donde el creador parece tener muy clara la aportación de las canciones preexistentes, que son importantes y abundantes. No ocurre lo mismo con la música original de los hermanos Galperine, que apenas encuentra un espacio en el que sumar a la narración. Es escasa y pasa muy desapercibida, casi invisible en la mayor parte de la serie, hasta que en el último capítulo, de forma apresurada y algo desenfocada, quizá intentando forzar un drama o unas emociones que hasta entonces eran más sutiles, los compositores sueltan todas sus armas musicales, que, por tardías, suenan como el remate final de un chiste que no tiene gracia porque no se han contado bien la introducción y el desarrollo. Hay ideas interesantes musicalmente, como el tema de Martha, que retrata hábilmente un estado mental entre la comedia y la locura, pero son agradables pinceladas dentro de un cuadro musical lleno de brochazos a ritmo de canciones y sin prestar atención a la potencial utilidad de la partitura original.