Épico filme en torno a la figura de Michael Collins, revolucionario irlandés en lucha por la independencia de su país y en contra de los ingleses.
Partitura de elevado dramatismo, intensidad melódica, influencia céltica y delicado romanticismo. El compositor otorga cierta tonalidad épica, pero no grandilocuente, a su creación, tanto con propósitos ambientales como para reforzar el sentido patriótico y heroico del protagonista. Sigue la evolución argumental y dramática de manera equilibrada, aportando progresivamente mayores componentes trágicos a la partitura, de modo casi operístico, que permite intuir a través de la música el destino fatal que le espera al personaje.