Videojuego de rol y acción que se desarrolla en un continente ficticio llamado Nuevo Mundo, en el que el protagonista, un cazador, deberá perseguir y capturar grandes monstruos.
(reseña de Ignacio Marqués Cuadra)
Notable y extensa banda sonora sinfónica que se desarrolla en la misma línea épica y lírica de las anteriores entregas de la saga y que se estructura muy sólidamente. Los compositores logran construir de un modo completo y bien planificado las aventuras que se van viviendo a lo largo del juego por medio de una serie de temas centrales muy notables, siendo el principal el que se vincula con el continente donde se desarrolla la acción (Nuevo Mundo) y los demás temas centrales para los personajes y misiones, algunos con un muy cuidado tono aventurero y de camaradería. Además de estos temas centrales, que en parte funcionan como base estructural de la banda sonora, hay toda una serie de temas ambientales muy variados para la recreación de los múltiples escenarios -con bellísimas melodías líricas- y temas épicos y poderosos para el énfasis de los combates y la caza de monstruos.
El tratamiento musical dedicado a la caza de los grandes monstruos resulta de mayor interés pues, o bien se desarrolla un gran tema de acción, de mayor entidad que los habituales, o bien se implica alguno de los temas centrales, resultando así unos fragmentos de acción muy ricos a nivel temático que, además, logran elevar sobre los demás la importancia de esos combates, de un modo mucho más épico y destacado. Cuando se logra derrotar a cada gran monstruo toda la zona que custodiaba recupera la bella música lírica del continente con uno de los temas de las misiones, a modo de objetivo cumplido.
Esta es por todo ello una banda sonora muy bien planificada, que cuenta con una música sinfónica elaborada y rica en instrumentación étnica para crear los tonos y coloridos musicales que resultan muy adecuados para el juego.