Cuando una joven viaja de polizón en el barco de un legendario cazador de monstruos marinos, emprende un viaje épico hacia aguas desconocidas.
El compositor firma una solemne e intensa creación sinfónica hecha a la vieja usanza, con poderosas melodías encabezadas por un notable tema principal y músicas de aires célticos que aportan dinamismo y colorido. La película, visualmente espléndida, se beneficia de una música que está a la altura y al nivel, y que contribuye a elevarla en lo emocional y en lo referencial. Hay música hermosa, también festiva y algunas pinceladas dramáticas y oscuras que sirven de contrapunto.