Creación que mezcla con solidez el jazz, el romanticismo, el minimalismo y el tango, todo al servicio de la segunda oportunidad de los personajes, en un recital pletórico, vitalista, con un impactante tema central que es el inicio de una fiesta en la que hábilmente se disponen temas agradables y relajantes que permiten un respiro al frenesí. Ese rítmico tema central se emplea para enlazar las dos partes argumentales del filme: en la primera la música está menos presente y la tonalidad es más árida y agresiva, en tanto que en la segunda la melodía es mucho más festiva. Una de las dos melodías centrales que se emplean en la banda sonora es un arreglo mínimo de otra que el compositor escribió para Joc de Rol (95).