Un viejo juguetero quiere jubilarse, pero su tienda no está conforme con su decisión e impide que su nueva dueña pueda llevarla.
Partitura coescrita por Aaron Zigman, quien sustituyó al compositor en último momento. Se construye en derredor de un magnífico tema principal, muy utilizado, que aporta magia y encanto al filme, con momentos de intensidad sinfónica y otros en los que se adereza lo misterioso.