Este documental fue rodado en formato Omnimax, para ser proyectado en una cúpula. Yo tuve la ocasión de verlo hace más de 20 años (cómo pasa el tiempo) en el IMAX de Madrid (una pena su cierre), y desde el primer momento me llamó la atención su música. El argumento de este "mediometraje" se podría resumir en "introducción a la egiptología para todos los públicos en 40 minutos con Omar Sharif" y, aunque cinematográficamente no es ninguna maravilla, hay dos cosas que contribuyen a hacer que su visionado sea una experiencia inovidable: el formato Omnimax (espectaculares los planos aéreos del curso del Nilo) y la banda sonora.

Y es que la música es una de esas composiciones que "salvan" el contenido al que acompañan, elevando su categoría y mejorando notablemente el resultado final. O, dicho de otra forma, la música está muy por encima de las imágenes.

En este caso no estoy de acuerdo con la puntuación asignada por Conrado. Se trata de una música enormemente evocadora, que transmite una sensación de misterio y aventura. Tiene un memorable tema central y otros temas secundarios para fragmentos dedicados a cuestiones como el enterramiento de Tutankamón, el descubrimiento de su tumba o las inundaciones provocadas por el río Nilo que "daban vida" a esta apasionante civilización.

Lo único que se le puede achacar a esta banda sonora es que puede resultar un poco tópica, pero se le perdona por su enorme belleza. De hecho, es una pena que una composición de este tipo haya quedado en el olvido por haber sido creada para un documental tan "de nicho", no tanto por su temática como por su formato. En concreto, este documental pierde mucho fuera de una sala Omnimax (lo vi años después, editado en DVD) y, por lo que veo, parece que quedan menos de una decena de estas salas en todo el mundo que proyectan documentales de hace años, porque ya no se crean contenidos en este formato. En fin, una pena...

Para quien quiera disfrutar de esta banda sonora, está disponible (de forma legal) en YouTube.