En el tercer aniversario de la bomba atómica sobre Nagasaki, a una mujer que había perdido a su hijo se le aparece de nuevo...
El compositor firma una sentida y delicada creación intimista, evocadora y de aires melancólicos, que alterna con algunos temas con electrónica, crípticos, para el entorno de la catástrofe. Son, de todos modos, ocasionales, y lo que predomina es un cariz de nostalgia que expande con momentos muy emotivos.