Una mujer búlgara que vive en Barcelona está obsesionada por la muerte de sus padres y padece problemas con el sexo masculino. Todo lo relaciona con un largarto de madera, que fue su fetiche infantil.
Música de corte intimista que emplea mayoritariamente la cuerda para reflejar la intensa soledad interna del personaje protagonista, a modo de único acompañamiento. El compositor aplica un breve motivo de referencia para el lagarto. Ocasionalmente, el tema principal se versiona con sintetizador. Se incluye, junto con otras bandas sonoras, en el recopilatorio José Manuel Pagán. Música para el cine (98).