NEXT es un film desconcertante. Son muchos los interrogantes que surgen durante y después de su visionado. Multitud de enigmas, que quedan sin respuesta y alejan la película de un resultado global más satisfactorio. Pero… en una “peli” así, y siendo francos, ¿a quién le importa? El buen rato está asegurado, y las muecas-Cage también. El resto son palomitas y bolsitas hasta arriba de golosinas cuyo valor va directamente a las arcas de “nuestros” benefactores. Y ¿Mark Isham? Pues cumple, la verdad. Sus momentos vibrantes, quizás lo menos conseguido del trabajo, acompañan y aderezan las secuencias de acción de forma más que eficaz. Pero, y como suele ser habitual en muchos de los scores de este genial autor, es en los fragmentos más íntimos y suaves donde realmente se respira un saber hacer supremo. De acuerdo, en este caso, esos momentos puntuales no sirven para convertir esta pieza en una obra maestra, pero ellos, por sí solos, si que atesoran una genialidad pura. Y así, es en esos instantes en que Cage utiliza su particular don para seducir a la chica, cuando Isham nos descubre los ases dorados guardados para este trabajo. Sus cálidas melodías y el alma de ese sublime piano se traducen en goce, y por momentos, esperas que Cage deje de dar saltos y robar coches para que ese tema se prolongue más. En el disco, me parece también lo más destacable de este buen trabajo.