Adaptación de las famosas viñetas de cómic sobre las aventuras de un niño millonario que se ve obligado a atender los negocios familiares.
Grandilocuente y excesiva partitura que pretende hacer de su opulencia un vehículo para reforzar la comedia, pero que acaba por ser un recurso cansino, demasiado obvio, y muy repetitivo.