En 1888, en Ámsterdam, un fabricante de violines se encuentra inmerso en peligro y tragedia después de que empresarios amenazan a su comunidad.
El compositor aplica una música en doble nivel dramático: por un lado temas secos y contundentes, graves, para el entorno de hostilidad y de amenaza; por el otro, música cálida y sentimental tanto para el protagonista como para sus intenciones. Cuenta con un bello tema principal y es sólida en su estructura.