Secuela de Night at the Museum (06) en la que el guarda de seguridad protagonista debe enfrentarse a nuevas resurrecciones en un nuevo museo.
Siguiendo la línea dinámica de la anterior entrega, el compositor mantiene -aunque no mejora- el nivel de énfasis e ímpetu, con una creación sinfónica, algo exagerada y pomposa, en la que son importantes algunos usos instrumentales, el empleo de coros y el tono humorístico. Es una banda sonora elaborada, pero convencional.