Videojuego de supervivencia y acción inspirado en la mitología nórdica en el que el jugador tiene que sobrevivir a hordas de criaturas.
Reseña de Ignacio Marqués Cuadra
En su opera prima en música de videojuegos el compositor realiza una muy estimable y variada creación sinfónica hecha con orquesta virtual que resulta tan solvente a nivel de producción como esforzada en su composición y orquestación a la hora de aportar diferentes grados de color, misticismo, lirismo y épica a los variados escenarios y combates del videojuego. Disponiendo de muy notables referencias estilísticas como Harry Gregson-Williams, Bear McCreary o Howard Shore, entre otros, la música se estructura con solidez, contando con un destacado tema principal de aire aventurero y legendario junto a otros muchos temas en similar línea melódica para cada uno de los nueve mundos del juego, muchos de los cuales conocen variaciones o desarrollos musicales más poderosos, en modo menor, etc, en los encuentros contra los jefes de cada mundo. La aparición del tema principal en diferentes momentos del juego –ya sean momentos genéricos o jefes importantes– va generando en el jugador una deliberada impresión de progreso que, junto a la incorporación de instrumentación nórdica para la adecuada recreación ambiental y un creciente sentido operístico conforme se van superando los mundos consiguen elevar con creces la inmersión del jugador.