Clásico de terror del cine mudo sobre el enigmático y lascivo Nosferatu, que asola una población bebiendo la sangre de las doncellas.
Esta es la partitura original, la que se escribió expresamente para un filme al que, con el tiempo, se le aplicarían muchas otras. Con una obertura tomada de la ópera The Vampire (1828) de Heinrich Marschner, el compositor expuso con metilucosa precisión las luces y las sombras de la narración fílmica y de la estética expresionista. Siniestra y gótica, pero también romántica y dramática, es una de las mejores creaciones jamás hechas en el cine mudo.