Comedia en la que un cocinero engaña a su mujer, pero las falsas promesas que le hace a su amante hace que ésta entable una relación con su hijo.
Partitura de aire minimalista, escrita para cuarteto de cuerda y teclados, que recrea una ambientación muy homogénea en la película, pero que resulta inadecuada en esta comedia tanto por su excesiva abundancia en el metraje como por no servir para ayudar a dinamizar las secuencias.
Esta película pasó por las manos de tres distintos compositores. El director se la encargó inicialmente a Joan Vives, se la rechazó y optó por Sáiz, cuyo trabajo tampoco fue aceptado. La tercera opción fue la de Manuel Villalta, también sin éxito. Joaquín Oristrell finalmente optó por usar la música de Suso Sáiz previamente suprimida y empleó para el trailer promocional la de Vives.