Una familia, agobiada por el acoso que sufre de un agente inmobiliario sin escrúpulos, recibe la visita y la ayuda de unos minúsculos platillos voladores que entran en su casa.
Banda sonora que se sustenta en dos estilos claramente diferenciados: música sinfónica, aplicada para realzar lo fantástico, de manera seria, y música de big band, que en su dinamismo pretende reforzar lo cómico y desenfrenado.