Tras una operación antidroga, dos policías se hacen con una cantidad de cocaína. Pero el jefe de una organización le reclama la droga, y para presionarle secuestra a su hijo.
El compositor aplica su música en dos frentes: música house para el entorno ambiental y temas dramáticos para realzar las emociones de los personajes. La primera no se limita a funciones meramente estéticas o de acompañamiento, sino que acaba por resultar opresiva y hostil, en tanto la segunda funciona como liberación de la primera y se sustancia en la forma de un bello y delicado tema principal.