Entrañable comedia sobre las relaciones entre una prostituta griega y un escritor americano que intenta alejarla del oficio inyectándole la filosofía de Aristóteles. Evidentemente, fracasa.
El éxito mundial de esta película se debió, en buena medida, a la adecuada labor del compositor, quien internacionalizó las melodías populares helénicas no tanto desde su perspectiva meramente folklórica como extrayendo su máximo potencial dramático. La hermosa aplicación en la película, más allá de la ambientación geográfica, sirvió para que el espectador pudiera entender y comprender la compleja sencillez del personaje interpretado por la gran Melina Mercouri. Es en este importante cometido donde sobresalió particularmente el compositor, quien ganó el Oscar gracias a la canción central del filme.
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