Una joven viaja a los territorios de Obaba con una cámara de vídeo con la que quiere atrapar la realidad de su mundo y sus gentes. Pero Obaba no es el lugar que ha imaginado.
El compositor trabaja con un hábil doble nivel dramático: bellos temas intimistas para las emociones y sintetizador para lo enigmático, con un resultado más apreciable en el disco que en la película, donde es infrautilizada.