Un crítico de arte se enamora de una turista estadounidense y ambos viajan al lago de Como para visitar a un poderoso coleccionista de arte que les hace una extraña petición: robar a cualquier precio una de las obras maestras de uno de sus artistas patrocinados.
El compositor aplica una creación que desarrolla en los ámbitos de lo turbulento, para enfatizar el misterio, y lo dramático, con un tono moderadamente afligido, desolador y pesimista. Ambos tipos de música se retroalimentan y evolucionan parejas hasta llegar a fusionarse, incrementando una deliberada impresión de descontrol y caos solo resuelto al final.