Mientras veranean en una isla de Hawai, dos hermanos descubren un diario con la ubicación de un tesoro.
Para este filme de aventuras destinado a un público infantil y juvenil el compositor aplica una variada creación que abarca la acción, el misterio y lo sentimental, con bello tema principal y seguimiento de los códigos usuales del género. Sin embargo, como sucede en tantas otras ocasiones en filmes recientes, la música aparenta haber entrado a formar parte en el último momento, con la película montada y sin dejar espacio para su asentamiento, desarrollo ni para liderar o elevar. Así, queda a ras de suelo en el metraje y no logra alcanzar ninguno de sus propósitos, ni los enfáticos ni los sentimentales, y resulta poco sustancial lastrando con ello al resto de la película.