Usuario: (ignus) Ignacio Marqués Cuadra
Fecha de publicación: 13.11.2017
Floja película y aún más floja la banda sonora, que se acaba parasitando en ella sin aportar prácticamente nada. La película es un quiero y no puedo que solo consigue exponer lo que pretende a través de dos textos iniciales y una presentación de personajes horrible mediante voz en off. Todo lo que aquí vemos es una larga galería de personajes mal definidos, muy estereotipados (salvando solo al de Raúl Arévalo), que muchas veces no sabemos porqué hacen lo que hacen, con unos diálogos muy flojos que para nada se acercan mínimamente a la forma de hablar de la época (en Alatriste por lo menos sí lo intentaron) y con un guion que se preocupa más en forzar situaciones de conflicto y tensión, sin conseguirlo en condiciones, o en meter con calzador tramas secundarias que no aportan nada, como una historia de amor, en lugar de contarnos de una vez por todas un relato interesante de las expediciones a América que no hayamos visto todavía, porque al final la película va más o menos de lo mismo que “Aguirre, la cólera de Dios” o “El Dorado”, como si no hubiera más Historia que poder contar. A todo esto, tampoco me explico dónde están los 8 millones que ha costado la película porque, si bien el acabado visual es aceptable pese a que algunas escaramuzas están pobremente rodadas, no se muestra ni la mitad de lo que se veía por ejemplo en “1898: Los últimos de Filipinas” que costando 2 millones menos parecía una producción de altísimo presupuesto comparado con esta. No me lo explico.
La banda sonora es lo peor de todo. Pese a que la película no sea buena, la música podría haber ayudado muchísimo a que los personajes y sus actos se entendieran mucho mejor, también a que el decepcionante y monótono lado aventurero del relato ganara interés, enfoque, o incluso a que se generara alguna percepción interesante de la travesía en el espectador, como un punto de vista más lírico o, para ir más acorde a lo que trata de abordar la película, construir mediante la música una atmósfera de tensión o desesperación que esclareciera e hiciera más comprensible la experiencia que viven los personajes, con las músicas de la selva y de los propios personajes en conflicto. Por otro lado, con haber utilizado simplemente un tema que significara la codicia por alcanzar las riquezas prometidas y haberlo aplicado en los momentos necesarios ya se hubiera entendido todo mucho mejor. Había mil formas interesantes de enfocar la música para hacer una película más presentable y sólida, pero es que la adoptada la hace aún peor por lo confusa que resulta, lo mal aplicada que está y lo nula que es en narración y matices. No hay músicas del entorno, ni en ningún momento se trata de recrear ambientalmente la aventura. Parece como si se dispusiera exclusivamente desde el punto de vista de los conquistadores, pero sin llegar a entenderse tampoco porque ni logra explicar nada de ellos ni es una música acertada para describirlos, pues existe también un conflicto de estilos con melodías de raíces arabescas, étnicas centroeuropeas, electrónica de muy pobre producción o flamenco, que además de obvio resulta absolutamente anacrónico. Todo muy tosco y pobre. Creo que la película pedía a gritos una banda sonora con un enfoque más conservador y un compositor que fuera capaz de sacar oro de ella, porque se ve que el director no estaba por la labor.