La odisea de un pequeño osezno que pierde a su madre tras un accidente y que debe apañárselas para sobrevivir frente a las fieras y el hombre.
En este filme sadaptó una pieza de Tchaikovski para emplearla como tema principal y se le dio un tono grandilocuente, épico y evocador de la inmensidad del terreno en el que se desenvuelve la acción. Se compaginó la belleza de los paisajes con una música también muy bella y, al tratarse de un filme sin apenas diálogos, la banda sonora fue un sustento fundamental no solo en lo ambiental sino también en la dramaturgia y la narración.