Un muchacho es acusado de un crimen, pero solo su familia y un joven abogado creen en su inocencia.
Banda sonora de apacibles melodías que cumplen el propósito de dotar la ambientación del filme de un aire de eterna calma y tranquilidad, pero aplicando a los personajes unas melodías que desvelan los sentimientos de soledad, miedo y necesidad de cariño que estos necesitan para hacerse más comprensibles a ojos de los espectadores. Hace uso de un piano y de una orquesta de cámara para trasmitir las emociones, no dramatizándolas sino exponiéndolas sentida y austeramente, a partir de la premisa de que, con su partitura, los diálogos sean más asumibles.