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Quinto episodio de la segunda temporada de la serie televisiva. Cuando Durin empieza a sospechar de los anillos de los enanos, Celebrimbor debe replantearse sus prioridades. Entre las corrientes cambiantes de Númenor, Elendil intenta hallar esperanza.
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Reseña de Ignacio Marqués:
La serie avanza en este capítulo acercándose hacia el clímax de la temporada en muchas de las tramas más importantes. Los anillos de los enanos han llegado a Khazad-dûm y, ya en la primera escena, cuando Durin padre toma uno de los anillos, una variación con los coros del tema del poder es contaminada con el ostinato de Sauron: esos anillos han sido corrompidos por el Señor Oscuro. A pesar de que el poder de los anillos ayuda al rey de los enanos a encontrar los lugares por donde hacer pasar nuevos rayos de luz (lugares que también son señalados por un efecto de sonido metálico atribuido al anillo y también por el tema del poder), el anillo no solo irá corrompiendo a Durin padre sino también al tema de Khazad-dûm, volviéndolo mucho más decadente, oscuro e incluso casi irreconocible: una sombra de lo que fue. Esto no ocurre de golpe -la celebración de los enanos cuando vuelve a haber luz en el interior de la mina viene respaldada por una versión victoriosa del tema- sino gradualmente, conforme vemos que el anillo va haciendo cada vez más efecto en la mente del rey enano, haciéndolo progresivamente mucho más codicioso y demente.
Una versión algo decadente del tema de los anillos suena cuando trata de vender los anillos a otros señores enanos, hablándoles de su increíble poder. Pero el tema no parece hablar tanto sobre ese poder (no es el tema del poder y el espectador sabe lo que esos anillos esconden) sino que parece incidir sobre su misterio y seducción, que ya está haciendo mella en Durin III. Los anillos también comienzan a emitir una voz tenebrosa en lengua negra (la magia de Sauron) al igual que ocurría con el anillo de la trilogía original.
En Eregion, comienza a haber diferencias entre Annatar y Celebrimbor. Annatar intenta convencer al elfo de que los últimos nueve anillos que han de forjar para los hombres serán los más poderosos y perfectos de todos, mientras suena el tema del poder. Celebrimbor no se deja engañar esta vez y Annatar emprende en solitario el proyecto. En el experimento de un anillo para hacer invisible, la música revela que la portadora vio a Sauron en el mundo oculto (suena su tema muy tenebroso). Cuando Annatar pide a Celebrimbor que comparta su conocimiento -pues ahorraría muchísimo trabajo- vuelve a sonar el tema de Sauron, no escondiendo que trata de aprovecharse otra vez del sabio elfo. Más adelante, cuando Annatar engaña a Celebrimbor explicándole que los anillos de los enanos están corrompidos porque él enturbió el proceso al mentir por carta a Gil-Galad, la respuesta de negación de Celebrimbor viene respaldada por el tema del poder. Cuando Annatar vuelve a incidir en que los siete fueron forjados bajo el manto del engaño suena el tema de los anillos. Celebrimbor es de nuevo coaccionado y completamente engañado por Sauron, transmitiendo a sus aprendices que los nuevos anillos deberán redimir los fallos de todos los anteriores mientras suena muy oscuro el tema de los anillos: serán todo lo contrario, los anillos que más corromperán y que mejor responderán ante Sauron. En la escena de la arenga de Annatar a los aprendices suena el tema del poder a la vez que vemos a Celebrimbor muy afectado. Para el personaje, desde que apareció con esta música en el primer episodio de la primera temporada, representa la perfección en su gran proyecto (los anillos) una pureza que él ha sido incapaz de conseguir por haber enturbiado el proceso con la mentira y, por ello, el tema acentúa aún más la impresión de fracaso y de culpa que siente el personaje.
En Númenor, el tema de Valinor juega un papel interesantísimo ya que, en la primera escena en que vemos a Pharazôn ya como rey y mirando hacia el oeste (Valinor), este se siente frustrado ante la idea de que los elfos inmortales siempre estarán por encima de los humanos. La música de Valinor suena afligida, como lamentándose de Pharazôn por sentirse frustrado al compararse con los elfos. Cuando su hijo le dice que tiene el poder para construir una Númenor mucho más poderosa, el tema del reino dice lo contrario, sonando débil y decadente. Todo esto es relevante ya que, por primera vez en toda la serie, en este capítulo el tema de los Fieles alcanza por completo su estatus como tema de facción, como tema de los que están del lado de Míriel y que honran las antiguas tradiciones de Númenor. Lo que empezó siendo en la primera temporada el tema de los Elendil, aquí ya acoge a muchos otros personajes como Míriel, Valandil (quien incluso muere con la música de los fieles, como un fiel) o todos los marineros que despiden con honores a Elendil tras haber renunciado a su puesto de capitán. También es digno de mención el momento en que Pharazôn descubre la piedra palantir mientras suena el tema de Sauron, estableciendo McCreary una conexión entre Pharazôn y Sauron que no sabemos si está ocurriendo ya o nos está advirtiendo de que ocurrirá en un futuro.
