James Bond es enviado a investigar el robo de un chip y la sospechosa vinculación de un industrial británico con los servicios secretos soviéticos.
Una de las partituras de la serie Bond más convencionales de cuantas escribió el compositor. Las melodías tienden a ser más rutinarias y menos innovadoras que en otras entregas y los toques modernos no la benefician demasiado, especialmente en la canción central, a cargo de Durán Durán.