En un mundo lleno de supervillanos dos amigas con superpoderes se unen para proteger su ciudad.
El compositor firma una creación sinfónica para lo épico, la acción, la comedia y también lo sentimental, siguiendo los patrones usuales del género. La poca solvencia e interés en su tema principal -lo único, de todos modos, relevante- y en el resto de temas la convierten en una banda sonora apática y anodina, que se limita a cumplir su cometido en el filme siendo una pálida sombra con respecto a obras similares de autores superiores, como Silvestri o por supuesto Horner y Williams. Su buena producción musical no palía su falta de ideas.