La historia de la preparación y del legendario enfrentamiento por el campeonato del mundo entre Bobby Fischer, campeón de ajedrez norteamericano, y el campeón ruso Boris Spassky, en 1972.
Sobria y austera creación en la que el compositor se sumerge en lo psicológico para resaltar los quiebros y preocupaciones de los protagonistas, enfrentándolos a un entorno de presión que se sustancia en músicas ambientales moderadamente obsesivas, en las que se integran sonoridades que evocan el discurrir del tiempo. En este contexto desarrolla dos temas, para cada uno de los dos jugadores, que por sus similitudes en intenciones los unen en aquello en lo que están enfrentados, aunque el tema de Spassky es más complejo y el de Fischer más sentimental, lo que también explica sus diferencias.