Quinta temporada de la serie televisiva Lost (04), en la que se resuelven las claves del misterio en el que se han sumergido los protagonistas.
El compositor mantiene la extensa serie de modo admirable: esta es una contribución que proviene de una sólida evolución narrativa y dramática y que aquí adquiere el tono más oscuro y siniestro, en base a una música aparentemente diluida, inconcreta, destruida, aunque obviamente se mantienen las constantes previas y evoluciona hacia una reconstrucción final muy emotiva. Esta aportación en la quinta temporada es dependiente de las cuatro anteriores y, en su conjunto, supone una de las bandas sonoras de serie televisiva más memorables de todos los tiempos.