Segunda entrega de la serie televisiva Lost (05), donde los supervivientes en la isla deben enfrentarse a nuevos problemas, a la vez que resuelven otros.
Siguiendo una línea similar a la primera entrega de la serie, el compositor aporta un tono algo más oscuro y ténebre, en concordancia con el propio argumento. Es una continuación de los postulados previos, no una mera reiteración, y en ello sale airoso.