Dos parejas de recién casados pasan su luna de miel en Hawaii, pero sus vacaciones resultan ser una pesadilla al saber que dos psicópatas van matando a todos los turistas de la isla.
En su primera partitura en solitario, el compositor aplica una creación estrechamente vinculada al estilo habitual de Graeme Revell -su mentor-, sustentándose en sonoridades orquestales y electrónicas ambientales, efectistas, sin otro ánimo que el de la recreación de un entorno opaco y amenazante. No va más allá de eso ni pretende más.