Un chef y una investigadora se conocen y se enamoran mientras se extiende una epidemia que priva a la gente de sus percepciones sensoriales.
El compositor desarrolla su creación en dos niveles dramáticos bien definidos: en primer lugar, una música fria, distante y estática para el entorno, parcialmente deshumanizado y desolador, en base a diversos temas en la misma línea. Frente a estos hace surgir una música dramática, elegante y afligida, que se construye progresivamente hasta llegar a un final que, aunque no redentorio, sí es muy emotivo.