Cinco mujeres luchan buscando su propia libertad, víctimas de pasiones desencadenadas por el sexo opuesto.
Partitura de bellas y delicadas melodías con aire netamente nostálgico y evocador, que aportan a la película una permanente sensación de calma y tranquilidad, con las que el compositor acompaña el devenir del filme y sus personajes. Destaca por su empleo el piano, que conduce buena parte de los temas, con sensibilidad.