Serie televisiva que adapta la novela de Ken Follet ambientada en la Inglaterra de la Edad Media.
A pesar de su arranque prometedor, en su tema principal, el aparente poderío esta banda sonora acaba diluyéndose como un terrón de azúcar en una sucesión de temas convencionales y rutinarios, y las pretensiones del compositor de recrear un ambiente misterioso y entre místico y esotérico resultan fallidas, sin alma. Se destaca más en su vertiente dramática, con bello empleo de voz.