Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar tu experiencia y nuestros servicios, analizando la navegación en nuestro sitio web.
Si continuas navegando consideraramos que aceptas su uso. Puedes obtener más información en nuestra Política de Cookies.
THE LARGEST SITE OF FILM MUSIC REVIEWS IN THE WORLD! 22 YEARS ON INTERNET
Atención Una vez publicado, el comentario no se podrá modificar.Publicar
Usuario: ignus Fecha de publicación: 13.07.2015
“Pillars of Eternity” es un videojuego de rol realizado por una pequeña compañía sin el presupuesto de las grandes empresas de videojuegos, sin embargo, ha tenido el valor de hacer lo que las otras no: un videojuego de rol al estilo clásico, siendo “Baldur’s Gate” (considerado el padre de los juegos de rol) el gran referente. En este caso, cabía esperar una gran banda sonora que estuviera a la altura y recordara, al menos en riqueza y variedad, a la gran obra que realizó Michael Hoenig para el primer “Baldur’s Gate”, que en cierto modo fue también la que estableció los esquemas de cómo estructurar las bandas sonoras de videojuegos de rol en mundo abierto. Justin Bell crea para la ocasión una obra que cumple de forma satisfactoria, pero por mi parte esperaba bastante más de ella porque nos encontramos ante un videojuego que tal vez pedía una banda sonora mucho más suntuosa y legendaria, que recordara a la de “Baldur’s Gate” en lo épico y aventurero, pero sobre todo en su variedad lírica y ambiental. Aquí ni existe esa gran variedad ni los temas son tan descriptivos. En ese aspecto se evidencian los límites de esta producción, con una música en parte hecha con orquesta virtual y en parte con pocos instrumentos reales (donde ése no es el problema, sino la limitada riqueza descriptiva de la propia música y su poder para añadir matices a cada escenario, resultando una música bastante genérica). Los temas de acción no llegan a ser realmente épicos (exceptuando los dos últimos), y además son bastante escasos, se acabarán repitiendo en los múltiples combates. Estamos ante una obra correcta, pero muy desaprovechada, y es una lástima al tratarse de un videojuego tan esmerado en el diseño de producción y que recupera las viejas formas. A “Baldur’s Gate” de Michael Hoenig me remito, el gran referente para este tipo de juegos.