Un grupo de personas entran en un mundo de vegetación y la fauna prehistórica.
Esta banda sonora bien podría figurar en una lista de las peores de todos los tiempos. Lo cierto es que, siendo realmente muy retrógrada y anacrónica, usando una electrónica muy elemental y los recursos habituales en la música del género B, tiene su encanto. Sus pretensiones de generar tensión o ambientar un entorno prehistórico son ridículas, pero es realmente simpática.