Serie televisiva documental que recrea la vida animal de hace 66 millones de años.
Esta es otra más de las creaciones hechas para el énfasis del espectáculo en documentales televisivos con animales, en los que Hans Zimmer ha puesto su firma junto a compositores emergentes bajo su amparo. En este caso, dos compositores nuevos para hacer exactamente lo mismo que hiceron otros como Jacob Shea o Jasha Klebe. Sí, naturalmente ayuda mucho a dar vistosidad al producto, pero con una completa despersonalización, sin nada interesante que aportar, ni criterios artísticos o al menos singulares que crear. El tema principal de Zimmer, en su línea, es bueno y es competente, y a partir de ahí temas perfectamente intercambiables que funcionan como música de un parque temático. No tiene otra pretensión.