La tripulación de una nave espacial que se dirige a Marte descubre inesperadamente la presencia de un polizón a bordo que provoca accidentalmente daños graves en los sistemas de soporte vital de la nave.
El compositor aplica una banda sonora con orquesta y electrónica que pretende generar un entorno progresivamente más tenso, cerrado y claustrofóbico a la vez que desarrolla una vertiente dramática, emocional. Pero el resultado final acaba por ser monótono y va perdiendo fuerza a lo largo del filme, hasta resultar reiterativa.