Filme de animación sobre un niño de cinco años que rescata de una escollera llena de basura a un pez rojo al que llama Ponyo. La amistad entre ambos crece hasta el punto que el animal quiere convertirse en humano.
En concordancia con la estética plástica del filme, la colorida y bellísima música del compositor aporta un tono mágico, bucólico, en la línea de sus anteriores trabajos con el director. Su extraordinario tema principal, la hermosura de sus melodías y el uso instrumental y orquestal elevan la categoría de la partitura, que se distingue también por sus momentos de humor.