Un escritor viejo y alcoholizado vive las noches atormentado por los remordimientos, mientra trata de ordenar los hechos de su pasado y atribuye todas las culpas a sus hijos.
Bellísima partitura sinfónica con piano solista con un melancólico vals que conoce variaciones. Este tema principal y el resto de melodías están impregnadas de un sentimiento de refinada nocturnidad, apesadumbrada, que es utilizada para remarcar precisamente el tormento interno que sufre el protagonista. Una obra exquisita, deliciosa, que supuso una de las últimas contribuciones del maestro al cine.