Una astronauta francesa vive sola con su hija de siete años pero se siente culpable por no poder pasar más tiempo con la niña. Cuando es elegida para formar parte de la tripulación de una misión espacial de un año de duración se produce el caos en la relación entre madre e hija.
Esta es una sencilla y hermosa película que funciona mejor en los momentos sin música -que son los más intensos y emotivos- y en la que la aportación del compositor es muy poco revelante, pues se limita a dar cierto énfasis a la soledad y el vacío que genera la separación de la madre y su hija pero desde una perspectiva externa, más ambiental que dramática, sin vinculación real con los personajes. Es una música apática, fría, poco expresiva.