Remake de Pusher (96). Un hombre trabaja como camello para un gángster al que debe 10.000 dólares. Cuando este le exige que pague su deuda, se embarca en una operación de gran envergadura.
Banda sonora electrónica, ambiental, aplicada para recrear un entorno críptico, asfixiante, pero también para aderezar la acción.