Las aventuras de Charlot en Alaska en busca de fortuna, durante la época de la fiebre del oro.
Partitura que combina un gran dramatismo con momentos melódicos de relajación, incluso muy divertidos (como el ballet de los panecillos), y que incluye también un delicado vals para acompañar la secuencia de la preparación y degustación de la bota hervida. Se reescribió parcialmente en 1942, con nueva música de Max Terr.