Un matrimonio que trata de superar la muerte de su hijo de cuatro años, fallecido en un accidente automovilístico, entra en crisis cuando la mujer entabla contacto con el joven que conducía el coche mortal.
Bella partitura dramática en la que el compositor aplica una música austera e intimista, sustentada en el piano y la guitarra como instrumentos protagonistas. La música expresa adecuadamente una sensación de dolor contenido pero también de esperanza de superación, y cuenta con momentos algo más optimistas. En su conjunto es muy elegante.