Adaptación de una novela de William Faulkner sobre las andanzas de un joven en el Mississippi de principios del siglo XX.
Bella creación en la que el compositor partió de música tradicional sureña y la complementó con temas muy dinámicos, destacando su tema principal, sobre el que ejerece algunas variaciones. La banda sonora regala a la película un cariz festivo y alegre, también irónico, y el empleo del banjo es excelente.